lunes, 19 de octubre de 2009

Temblor de violencia en la policía

La tierra se come a los hombres y empieza a rugir como el trueno, decía Augusto Roa Bastos, parafraseando esta cita podemos definir lo que pasa en la policía hoy día, expresando que la mafia se comió a policía y éstos comienzan a rugir como el trueno.

El detonador que puso en evidencia el trasfondo oscuro que está detrás de la apariencia bienhechora de la policía, fue el incendio de la casa del Comisario Edgar Salcedo, el 17 de agosto, en el que murieron su mujer y a dos hijas. Y si se confirmara la sospecha de atentado, solo la mafia pudiera cometer tan atroz crimen. La prensa accedió a informaciones que involucraba a un policía, hermano del Comandante de la Policía, en el hecho. El escándalo obligó a renunciar al comandante Viviano Machado. De ahí sucedieron hechos de extrema violencia que solo supone una guerra sin cuartel entre las mafias empotradas dentro de la institución policial. Secuestro y tortura de comisario, denuncias contra el sub comandante de la policía, de ser protector de narcos, efectuado por otro comisario, cuyo domicilio fue posteriormente baleado, muerte de un agente de policía en un puesto de guardia privado. Cada hecho desnuda una a una las correas de conjunción de la policía con las diferentes mafias externas. Parte de la policía fue cooptada por la mafia y lo está desbaratando.

Pero esto no es nuevo. A principios de la década de 1990, el comandante Franco Vargas, fue procesado por negociados en la provisión de alimentos, el comandante Sánchez, por cuestiones de policías fantasmas, cuyos salarios él lo percibía. Hoy se habla de protecciones a traficantes de armas, de drogas, a contrabandistas, de descuentos compulsivos, desvío del personal policial a guardias privadas, de saqueos de la cooperativa policial, y de una lucha interna por acceder a los cargos para poder delinquir y todo dentro una explosión de la violencia, antes no visto. Pero habría que decir que esta explosión y develamiento de la corrupción policial tiene su origen en la lucha contra la corrupción en la policía implementada por el Ministerio del Interior. El ministro del ramo se encuentra ante un desafío mayúsculo. Vencer a la mafia, combatir el terrorismo guerrillero, que todavía no se sabe si es político o un brazo más de las diferentes mafias. La institucionalidad y la democracia que hoy vivimos corre peligro. La ciudadanía tendría que apoyar la limpieza policial como forma el lograr seguridad.(emisión 16 de octubre de 2009)

jueves, 20 de agosto de 2009

EXPECTATIVA VERSUS REALIDAD

Mañana se cumplirá exactamente 365 días en que Fernando Lugo asumió el cargo de Presidente de la República en medio de una esperanza generalizada de una sociedad demasiada castigada por su propia historia y por los desatinos e incapacidad de sus gobernantes. El acto de juramento, seguido por toda la ciudadanía paraguaya, era como si amaneciera el estreno de una nueva mañana. En ese momento inicial, en que todo parecía deslizarse sobre un terreno plano, sin altibajos hacia un cambio esencial en la política y en el relacionamiento del Estado y la sociedad, nosotros, desde este mismo programa televisivo, expresamos nuestra voz de alerta. Habíamos enunciado que la mayor amenaza para el nuevo gobierno lo constituían las expectativas tan desmedidas de la gente. Y sugeríamos medidas urgentes, en los primeros cien días, ante una situación en que la gente no se planteaba que iba a hacer cada una de ella para que se instale el cambio sino que esperaba que cayera del cielo, desde el poder, como mana del cielo las soluciones de los problemas históricos. Se esperaba un milagro, casi como si fuera una cuestión religiosa, en tanto que habían votado a obispo.

Un año es un tiempo suficiente como par medir las perspectivas de un gobierno. Y justamente anclándonos en las expectativas populares de cambio milagroso, la gente tiene ahora una sensación de que no se ha hecho nada. Que todo sigue paralizado e inclusive existe un retroceso. La verdad es que se fueron procesando algunos cambios pero no en la medida de lo que gente reclamaba. Existen elementos positivos en este gobierno, como el caso del reconocimiento del Brasil que tenemos el derecho de discutir y cambiar algunas cosas en referencia a Itaipú. En otras circunstancias, este éxito pudiera ser suficiente históricamente para juzgar al gobierno de Lugo, pero ante la las expectativas de la gente, este hecho casi ha pasado desapercibido como un verdadero hecho histórico.

La mayor falta del gobierno de Lugo, fue que en el primeros 100 días debía de frenar, poner límites a las expectativas, haciendo visible, cuáles eran sus prioridades, que se iba a solucionar y en que tiempo, alguna mínima agenda “solucionática”. En que aparezca claramente lo que pudiera hacer el gobierno y lo que no pudiera hacer en su administración. Dejar claro que el cambio era un proceso que lleva su tiempo. Debería haber convocado a unos cabildos abiertos a nivel de todo el país. Discutir con la ciudadanía un proyecto de país viable. Hubiera podido aprovechar la conmemoración del bicentenario para diseñar el nuevo país y con ese proyecto aprobado y aceptado por l a sociedad discutir con los partidos con representación parlamentaria para lograr gobernabilidad al cauce del cambio. No se ha hecho nada de esto y el proceso fue demasiado lento y en momentos empantanado. Desde el ex presidente Lagos, de Chile hasta el ex vicepresidente Alfonso Guerra de España dejaron mensaje sumamente claros de sus experiencias de cómo se construye una gobernabilidad pero el gobierno hizo oídos sordos. Sus funcionarios mayores adquirieron la soberbia de los nuevos ricos, es decir nuevos en el poder sin la experiencia necesaria en el ejercicio del poder. Lugo había prometido en su campaña que su gobierno estaría constituido por la mejor gente, la mas capaz del país. Sin embargo un cuoteo político fue la conformación de su gabinete. En vez de instalar a los mejores intelectuales del país en los cargos de embajadores, para manejar la nueva diplomacia del país, viejos funcionarios de la época dictatorial, que son los que tienen el escalafón diplomático, que hay cambiar con urgencia, y políticos se repartieron las embajadas, con resultados desastrosos.
Fernando Lugo tiene el desafío mayúsculo en su segundo año, incentivar la producción y sobretodo la recuperación productiva de los pequeños productores, como para combatir la pobreza. Iniciar en forma la Reforma Agraria, instalar una política de Estado en las relaciones internacionales, para lo que es necesaria una nueva Ley del escalafón diplomático. Las grandes mayorías sociales esperan demasiado de este gobierno que si no se cumplen mínimamente pudiera producirse una depresión social que pudiera ser muy peligrosa ya no solo para la gobernabilidad sino la propia estabilidad gubernamental.Emitido 14 de agosto de 2009

No solo debe parece sino debe ser

Nuevamente es noticia de primera plana la señora Mercedes Lugo La misma ostenta el cargo de primera Dama de la Nación y dirige, desde ese cargo organizaciones sin fines de lucro, que son financiadas, en parte, con aportes del estado y en parte con donaciones nacionales e internacionales y algunas actividades que el Despacho de la primera Dama realiza. De que esta señora o algún miembro de su familia sean noticias no debieran de ser novedad, dado el alto cargo que ocupa. La lástima es que la mayoría de esas informaciones no suponen una alabanza a sus acciones sino todo lo contrario. Algunas de esas noticias rayan al escándalo o a malos manejos. En la Fundación que ella dirige ha colocado con sueldos del Estado a sus hijos o nueras y yernos y según informaciones de la prensa algunos tienen sueldos en reparticiones públicas sin trabajar. Además, que antes de que su hermano fuera presidente, pertenecían a una humilde clase social de trabajadores para que de pronto, desde el poder, se hayan transformados en una familia que dilapidan dinero en gastos suntuarios, como el casamiento de un hijo o las costosas cirugías estéticas de su hija o la vinculación social de la misma con personas socialmente no recomendables.

No podemos culpar a la prensa de persecución. Esa señora se ha convertido, desde el cargo que ostenta y la de ser pariente del presidente de la República, en una figura pública y la prensa informa sobre personas públicas. Aquí el problema es que el hábito, si bien no hace al monje, tiene que parecer al monje. La familia Lugo-Maidana tiene un comportamiento de nuevos ricos, cuya fortuna no la hizo trabajando sino como si se le cayera del cielo y así se comportan, olvidando que detrás de ello está la figura del Presidente de la República, que prometió al país un cambio radical en el comportamiento público. Muchas de los hechos publicados por la prensa pudiera haber pasado desapercibido en la representación social de la época de la dictadura o en algunos gobiernos de la democracia pero que con Fernando Lugo, son intolerables. Como si el presidente necesitara nuevos problemas más de lo que tiene. Su hermana, en vez de ayudar al presidente, esta creando problemas y da una pésima imagen a la sociedad civil que votó en la esperanza de cambio. De verdad, no necesitamos primera Dama, para eso están las instituciones públicas y más cuando la que tenemos no es ubicua ni tiene idea de la mismidad del cargo.Emitido el 7 de agosto de 2009

lunes, 3 de agosto de 2009

ITAIPU Y EL DESTINO PARAGUAYO

Es indudable que la construcción de la represa de Itaipú aseguró al Brasil la energía necesaria para su industrialización y garantizó su paso de país semi y en proceso de industrialización a la gran potencia industrial que es hoy día. Para el Paraguay, aún cuando se dio el paso de un país premoderno a uno modernizado con el fluido eléctrico a nivel nacional, su destino quedó atado al Brasil. El impacto de la construcción de la represa significó la perdida de los antiguos valores de honestidad, respeto y de projimidad y la entronización de los anti valores. La enorme cantidad de dinero que ingresó al Paraguay pudiera haber servido para la transformación productiva del país, pasar de un país agrícola atrasado a una país industrializado, con una estructura agraria modernizada, una reforma educativa de acuerdo a las necesidades paraguayas pero el sistema totalitario no solo negó la posibilidad de un desarrollo autónomo sino que generó la clase social conocida como los barones de Itaipú, que se enriqueciendo a costa de los recursos del país.

Al final, el Paraguay quedó atrapado en la red tramposa del Brasil. Se permitió el ingreso masivo de productos brasileros anulando la producción nacional hasta hoy. El mismo Tratado de Itaipú, firmado en tiempos de duras dictaduras militares en ambos países, en donde el Paraguay asumió la perspectiva brasileña en que Paraguay no aportaba nada y sin embargo recibía beneficios, claro esta posición fue asumida por el dictador Alfredo Stroessner con lo que condenó al país al atraso y al subdesarrollo.

Tuvo que pasar 35 años y que las condiciones políticas cambiaran de manera absoluta para que el Paraguay planteara sus reclamos de condiciones igualitarias de los beneficios de Itaipú. También es por primera vez, que se dan las condiciones de que el Gobierno del Brasil asuma estas reivindicaciones. Eso ya supone un gran paso. La concretización de algunas de los puntos más importantes del último acuerdo todavía puede durar. Lo importante es que por fin en más de tres décadas el Brasil reconoce que el Paraguay tiene derechos sobre la represa de Itaipú. Ese reconocimiento pudiera ser el inicio de un cambio del propio destino paraguayo hacia un país más soberano e independiente.(Emitido el 31 de agosto de 2009)

lunes, 27 de julio de 2009

SE NECESITA IMAGINACION PARA CONSTRUIR PODER

Estamos encerrados en un atolladero político de no entendimientos, de conflictos, muchos de los cuales son más que fabricados que reales, que nos imposibilita llegar a un acuerdo y ponernos a construir el ansiado desarrollo del país. Ya no solo los partidos de la oposición están enfrentados con el Ejecutivo sino que hasta los propios oficialistas están distanciados y enfrentados entre sí. Es imprescindible edificar una nueva arquitectura del poder que sea transgresora en la forma de ideación e implementación pero absolutamente protectora en lo que se refiera a la esencia democrática que nos indica la Constitución Nacional.

Sin embargo, es inaudito que todos los partidos políticos y los sectores sociales reclaman cambio pero al mismo tiempo son incapaces de construir instrumentos con los que pudieran construir ese cambio. Campea un internismo brutal que apoca toda posibilidad de integración y articulación. No somos capaces de construir un modelo en que nuestros intereses particulares no sean excluyentes, que permita que otros intereses particulares también tengan cabida en un proyecto de estado nacional, en que podamos ganar todos y no solamente algunos.

Como si el viejo tribalismo de nuestros antepasados guaraníes aflorara en la cotidianidad de nuestros días y nos pusiéramos a guerrear todo el tiempo con nosotros mismos, con nuestros iguales. La experiencia de estos 20 años de democracia nos está señalando la necesidad de corregir esta anomalía política de permanente enfrentamiento por otro sistema de integración, de concertaciones políticas, económicas, sociales y culturales en pos de un futuro mejor. La democracia paraguaya tiene demasiada deuda social. La cosa está cada vez peor. Y en esas condiciones no pudiéramos acumular fuerza social amplia para fortalecer la democracia y acrecentarla.

Si no logramos una concertación democrática que garantice el desarrollo, que al hambre se oponga la saciedad, que la inseguridad reinante sea reemplazada por la seguridad de nuestros compatriotas, existe el peligro que la gente busque trocar la libertad por seguridad y que una dictablanda nos recorte nuestras conquistas democráticas, por vías electorales. Llegó la hora de dejar de lado nuestros atavismos y pensar como moderno para construir una alianza capaz de pergeñar un futuro que garantice nuestra democracia y las libertades conquistadas en estos largos 20 años. Emitido del 24 de julio de 2009.

martes, 21 de julio de 2009

EL PARTDO LIBERAL EN SU LABERINTO

El partido Liberal conmemora 122 años de existencia en medio de un laberinto, dividido en varios sectores sin que ninguna de ellos tenga la hegemonía ideológica y política como para encarnar la entidad partidaria como conjunto. En medio de ese caos, pretender ser gobierno y no ser parte de la Alianza política que sostiene a ese gobierno del que son parte, al ocupar la vicepresidencia y la titularidad de varios ministerios.

Nunca, como ahora, el partido liberal estuvo tan ausente de una cosmogonía ideológica que lo agrupara como identidad ni una práctica política propia, que los diferencie esencialmente de los otros partidos.

El partido liberal cuenta con una larga experiencia en el gobierno como en la llanura. Nacido, en 1877, como un partido de oposición, con una bandera y una práctica política bien definida, llegaron al poder en 1904 y se mantuvieron en él hasta 1936. Durante la dictadura militar de Higinio Morínigo fueron declarados fuera de la Ley. Y el partido liberal se transformó en un partido clandestino, heroico, luchador por la libertad y los derechos del pueblo. Un tendal de mártires, tenaces luchadores contra toda opresión, durante todo el período de dictadura militar hasta 1989, en que fue derrotada la más sangrienta y longeva dictadura de la historia paraguaya, la del gral. Stroessner. El partido liberal en el gobierno y en la llanura siempre tuvo una identidad propia. Estando en el gobierno se recuerda a las grandes personalidades que dirigían el estado y el partido. Sus dirigentes eran de primer nivel intelectual y en la llanura se convirtieron en el más numeroso partido de la resistencia.

En la democracia perdió su ruta. Se le esfumó su identidad. En la mañana del 3 de febrero tenía 70 mil afiliados. En los años posteriores creció en más del 1000 por ciento. Los nuevos que ingresaron pertenecían más a la cultura política construida por los colorados que de los que le combatieron. El partido perdió su rumbo, su mismidad y hoy está extraviado entre el ser y no ser de Hamlet. El Paraguay necesita de partidos definidos sobre ejes bien claros y precisos y con estrategia propia y previsible para la construcción de un nuevo tiempo o no podrá responder a la historia. (Emitido del 10 de julio de 2009)

lunes, 20 de julio de 2009

ATENTADO CONTRA LA DECENCIA

Una vieja sentencia latina dice que la mujer del César no solo debe ser sino que debe parecer. Es decir se exige a las personas que ocupan cargos públicos sean, antes que nada, decentes.

No hace falta ser moralista como para entender que las fotos hechas públicas por medios impresos y por Internet del flamante embajador paraguayo en Chile, nada tiene que ver con la decencia sino todo lo contrario. Armando Espínola parece ser que olvidó que uno de los valores que habla más de una persona es la decencia, para vivirla se necesita educación, compostura, buena presencia, respeto por si mismo y por los demás, una muy notable delicadeza en lo que hace a la sexualidad humana y todo lo que de ella se deriva.

Pero este olvido del señor Espínola no solo lo ha desnudado a él corporalmente, como lo hacen las fotos publicadas sino que vuelve traslucido todo su ser, su propia mismidad. Es muy difícil desmentir esas fotos, que hablan de por sí solas, sean cual fueren las circunstancias en que fueron tomadas. La decencia no solo uno usa como un guante en los lugares públicos sino que la misma es parte inherente al ser mismo de las personas.

Lo peor del caso, es que no solo se embadurna de escándalo a sí mismo, a su familia sino a la propia institucionalidad de la República. El Paraguay nuevamente es noticia por un escándalo escabroso de un alto funcionario público, esta vez, nada más ni nada menos que un representante diplomático del estado paraguayo.

Al gobierno de Fernando Lugo, como si no se le faltaran problemas, se amanece en la puerta con este escándalo no buscado por nadie. Es indudable que el cargo de embajador, que ostenta el señor Espínola, es parte del cuoteo político del partido liberal, del cual el es un conspicuo mimbro. Esto hace que el problema se convierta en otro problema político que va a distraer la atención de los gobernantes y de los partidos políticos que en vez de ocupar su tiempo en el país se tiene que ocupar de deslices particulares que se convierten, por fuerza, en públicos. En aras del bien de la República se impone que el flamante embajador paraguayo en Chile, renuncie. (Emitido el 17 de julio de 2009)

Cuando lo imprevisible es la norma

Las negociaciones en el Parlamento para la elección de autoridades de ambas Cámaras constituyen signos clarividentes de lo cambiante e inestable que puede ser la política en el Congreso, cuyas implicancias registra la liviandad del ejercicio ideológico de los partidos políticos que tienen representación parlamentaria.

Los arreglos para la nominación de las candidaturas no solo ya cambiaron en el transcurso de los días sino de minuto a minuto. Ningún experto de análisis político ni siquiera los propios senadores o diputados tenían certeza de nada. Nadie podía adivinar como quedaría la directiva de ambas Cámaras. Sólo al filo de esta mañana pudo definirse las candidaturas ganadoras y aún así se tuvo que esperar el resultado de las votaciones para saber con exactitud.

Esta situación no es fruto de una modernidad sino todo lo contrario, demuestra que todavía en nuestros actores políticos perviven viejas costumbres premodernas. En la práctica política paraguaya no existe previsibilidad, un elemento fundamental de la modernidad, como tampoco existen programas ni planes que formulen el futuro. Los partidos políticos no tienen un modelo de país que se debe construir, andan a la deriva, plantean sus opiniones y ejecutan sus políticas de acuerdo a la ocurrencia de última hora y no como resultado de un pensamiento estratégico definido y consensuado entre todos los miembros de su partido. De ahí que las alianzas, los acuerdos, las concertaciones que se realizan en el parlamento y fuera de él tienen una fragilidad tendiente a nada. En ese contexto se entiende el traqueteo de cada año para las elecciones de la dirigencia del congreso. Se llega a acuerdos puntuales para la elección de autoridades que al otro día cada partido puede hacer lo que se le ocurra sin tener en cuenta que pactaron para nombrar las autoridades. Las alianzas que se constituyen no suponen bajo ninguna forma una alianza de políticas públicas a largo plazo como para sostener una política estratégica de estado que garantice el bienestar de la población sino que se convierten en una lucha por ganar espacios de poder sin ninguna contraprestación a la nación sino pura y exclusivamente que beneficie al partido o a sus miembros o directamente a los señores legisladores. Y así nos va, por estas tierras Sancho.

lunes, 22 de junio de 2009

LA CRISIS ES UNA OPORTUNIDAD

El Paraguay vive un momento de no definición. Quiere trascender el pasado pero no logra desprenderse de ella. El nuevo gobierno “tantea” en forma permanente caminos que le son denegados para transitar y no tiene otra alternativa que volver sobre sus pasos. La ausencia de una política de gobierno, convertida en política de estado, diseñada con objetivos claros, precisos, transparentes hace desconfiar de cualquier proyecto planteado por el Ejecutivo nacional. Diferentes e importantes sectores sociales como los grandes productores mecanizados agrícolas, campesinos sin tierra, pequeños y medianos productores, indígenas, los sin techos manifiestan su descontento con el gobierno. Que los sectores oligárquicos señalen su desconfianza hacia el gobierno pudiera ser “natural” en cuanto el gobierno dice ser el instrumento del cambio en el Paraguay y que está a favor de los pobres, pero que los supuestos beneficiarios de ese cambio también manifiesten y llenen las calles y cierren carreteras y caminos ya se refiere que algo no funciona en esa política de cambio. Sectores de izquierda cercanos al gobierno tienen un discurso radical sin que tengan la fuerza electoral de convertir en realidad sus sueños. Los sectores de derecha toman como pretexto esos desaforados discursos para obstaculizar en el Congreso, ya que tienen mayoría, toda iniciativa del Poder Ejecutivo, aún cuando el Presidente Lugo sigue manifestando que no es de izquierda sino de centro.

La situación es tal que estamos en un proceso de no definición cercana a la nada. Esto conlleva peligrosamente ante una crisis de gobernabilidad, ya que el gobierno da vueltas a todos los asuntos, como una noria que gira sobre si misma, sin lograr romper los viejos vicios del pasado y plantear y realizar acciones que pueda superar ese pasado, como para fortalecer la esperanza de que existirá el cambio.

Superar esta situación, encontrar las vías de resolver los problemas que trae aparejado la misma es el mayor desafío con que se enfrenta las autoridades paraguayas. Necesitamos rehacer nuestro país, un cambio de raíz, una verdadera revolución en la concepción misma de la política, del gerenciamiento público. Alfred Einstein decía refiriéndose a la crisis “que la verdadera crisis es la crisis de la incompetencia, sin crisis no hay desafío, decía y sin desafío la vida es una rutina. Entonces necesitamos cambiar la vida para superar la crisis.

Para ese desafío necesitamos liderazgos proactivos, que comprendan los intereses de la comunidad a corto y a largo plazo, una percepción afinada de los equilibrios que esto implica. Necesitamos que nuestros s líderes tengan legitimidad, ya que con ella se obtiene que funcione una comunicación efectiva entre el liderazgo y ciudadanía. Ahora bien, hay que saber que comunicación no depende tanto de las habilidades del político para comunicar sino que tenga credibilidad. Pero también la credibilidad no es automática sino es producto de un proceso de percepción de la ciudadanía de la consistencia entre el discurso, las acciones y los resultados.

Se necesita liderazgo con visión, legitimidad, capacidad de actuación y que sean capaces en convertirse en catalizadores del proceso de aprendizaje de los cambios y de adaptación social, que sea capaz de catalizar el cambio institucional del Estado, que pueda poder plantear soluciones a los problemas y opciones creativas ante cada situación, cuyas soluciones no tienen respuestas preestablecidas. Ello plantea de manera permanente la necesidad de ir aprendiendo de los cambios e iniciar procesos de aprendizaje social.
Los líderes gubernamentales deben mostrar resultados concretos, tangibles de lo contrario es puro discurso. Esta crisis incipiente de gobernabilidad que ni los propios partidarios están contentos es una oportunidad si es que se toma las medidas necesarias para crear un gran consenso nacional en definir nuevas articulaciones viables entre la sociedad civil y el Estado y colocar al país en poleas activas en el mundo. Esta crisis es una oportunidad única, aprovecharla es cuestión de los liderazgos.
(emisión 19 de junio de 2009)

LA CRISIS ES UNA OPORTUNIDAD

El Paraguay vive un momento de no definición. Quiere trascender el pasado pero no logra desprenderse de ella. El nuevo gobierno “tantea” en forma permanente caminos que le son denegados para transitar y no tiene otra alternativa que volver sobre sus pasos. La ausencia de una política de gobierno, convertida en política de estado, diseñada con objetivos claros, precisos, transparentes hace desconfiar de cualquier proyecto planteado por el Ejecutivo nacional. Diferentes e importantes sectores sociales como los grandes productores mecanizados agrícolas, campesinos sin tierra, pequeños y medianos productores, indígenas, los sin techos manifiestan su descontento con el gobierno. Que los sectores oligárquicos señalen su desconfianza hacia el gobierno pudiera ser “natural” en cuanto el gobierno dice ser el instrumento del cambio en el Paraguay y que está a favor de los pobres, pero que los supuestos beneficiarios de ese cambio también manifiesten y llenen las calles y cierren carreteras y caminos ya se refiere que algo no funciona en esa política de cambio. Sectores de izquierda cercanos al gobierno tienen un discurso radical sin que tengan la fuerza electoral de convertir en realidad sus sueños. Los sectores de derecha toman como pretexto esos desaforados discursos para obstaculizar en el Congreso, ya que tienen mayoría, toda iniciativa del Poder Ejecutivo, aún cuando el Presidente Lugo sigue manifestando que no es de izquierda sino de centro.

La situación es tal que estamos en un proceso de no definición cercana a la nada. Esto conlleva peligrosamente ante una crisis de gobernabilidad, ya que el gobierno da vueltas a todos los asuntos, como una noria que gira sobre si misma, sin lograr romper los viejos vicios del pasado y plantear y realizar acciones que pueda superar ese pasado, como para fortalecer la esperanza de que existirá el cambio.

Superar esta situación, encontrar las vías de resolver los problemas que trae aparejado la misma es el mayor desafío con que se enfrenta las autoridades paraguayas. Necesitamos rehacer nuestro país, un cambio de raíz, una verdadera revolución en la concepción misma de la política, del gerenciamiento público. Alfred Einstein decía refiriéndose a la crisis “que la verdadera crisis es la crisis de la incompetencia, sin crisis no hay desafío, decía y sin desafío la vida es una rutina. Entonces necesitamos cambiar la vida para superar la crisis.

Para ese desafío necesitamos liderazgos proactivos, que comprendan los intereses de la comunidad a corto y a largo plazo, una percepción afinada de los equilibrios que esto implica. Necesitamos que nuestros s líderes tengan legitimidad, ya que con ella se obtiene que funcione una comunicación efectiva entre el liderazgo y ciudadanía. Ahora bien, hay que saber que comunicación no depende tanto de las habilidades del político para comunicar sino que tenga credibilidad. Pero también la credibilidad no es automática sino es producto de un proceso de percepción de la ciudadanía de la consistencia entre el discurso, las acciones y los resultados.

Se necesita liderazgo con visión, legitimidad, capacidad de actuación y que sean capaces en convertirse en catalizadores del proceso de aprendizaje de los cambios y de adaptación social, que sea capaz de catalizar el cambio institucional del Estado, que pueda poder plantear soluciones a los problemas y opciones creativas ante cada situación, cuyas soluciones no tienen respuestas preestablecidas. Ello plantea de manera permanente la necesidad de ir aprendiendo de los cambios e iniciar procesos de aprendizaje social.
Los líderes gubernamentales deben mostrar resultados concretos, tangibles de lo contrario es puro discurso. Esta crisis incipiente de gobernabilidad que ni los propios partidarios están contentos es una oportunidad si es que se toma las medidas necesarias para crear un gran consenso nacional en definir nuevas articulaciones viables entre la sociedad civil y el Estado y colocar al país en poleas activas en el mundo. Esta crisis es una oportunidad única, aprovecharla es cuestión de los liderazgos.
(emisión 19 de junio de 2009)

LA CRISIS ES UNA OPORTUNIDAD

El Paraguay vive un momento de no definición. Quiere trascender el pasado pero no logra desprenderse de ella. El nuevo gobierno “tantea” en forma permanente caminos que le son denegados para transitar y no tiene otra alternativa que volver sobre sus pasos. La ausencia de una política de gobierno, convertida en política de estado, diseñada con objetivos claros, precisos, transparentes hace desconfiar de cualquier proyecto planteado por el Ejecutivo nacional. Diferentes e importantes sectores sociales como los grandes productores mecanizados agrícolas, campesinos sin tierra, pequeños y medianos productores, indígenas, los sin techos manifiestan su descontento con el gobierno. Que los sectores oligárquicos señalen su desconfianza hacia el gobierno pudiera ser “natural” en cuanto el gobierno dice ser el instrumento del cambio en el Paraguay y que está a favor de los pobres, pero que los supuestos beneficiarios de ese cambio también manifiesten y llenen las calles y cierren carreteras y caminos ya se refiere que algo no funciona en esa política de cambio. Sectores de izquierda cercanos al gobierno tienen un discurso radical sin que tengan la fuerza electoral de convertir en realidad sus sueños. Los sectores de derecha toman como pretexto esos desaforados discursos para obstaculizar en el Congreso, ya que tienen mayoría, toda iniciativa del Poder Ejecutivo, aún cuando el Presidente Lugo sigue manifestando que no es de izquierda sino de centro.

La situación es tal que estamos en un proceso de no definición cercana a la nada. Esto conlleva peligrosamente ante una crisis de gobernabilidad, ya que el gobierno da vueltas a todos los asuntos, como una noria que gira sobre si misma, sin lograr romper los viejos vicios del pasado y plantear y realizar acciones que pueda superar ese pasado, como para fortalecer la esperanza de que existirá el cambio.

Superar esta situación, encontrar las vías de resolver los problemas que trae aparejado la misma es el mayor desafío con que se enfrenta las autoridades paraguayas. Necesitamos rehacer nuestro país, un cambio de raíz, una verdadera revolución en la concepción misma de la política, del gerenciamiento público. Alfred Einstein decía refiriéndose a la crisis “que la verdadera crisis es la crisis de la incompetencia, sin crisis no hay desafío, decía y sin desafío la vida es una rutina. Entonces necesitamos cambiar la vida para superar la crisis.

Para ese desafío necesitamos liderazgos proactivos, que comprendan los intereses de la comunidad a corto y a largo plazo, una percepción afinada de los equilibrios que esto implica. Necesitamos que nuestros s líderes tengan legitimidad, ya que con ella se obtiene que funcione una comunicación efectiva entre el liderazgo y ciudadanía. Ahora bien, hay que saber que comunicación no depende tanto de las habilidades del político para comunicar sino que tenga credibilidad. Pero también la credibilidad no es automática sino es producto de un proceso de percepción de la ciudadanía de la consistencia entre el discurso, las acciones y los resultados.

Se necesita liderazgo con visión, legitimidad, capacidad de actuación y que sean capaces en convertirse en catalizadores del proceso de aprendizaje de los cambios y de adaptación social, que sea capaz de catalizar el cambio institucional del Estado, que pueda poder plantear soluciones a los problemas y opciones creativas ante cada situación, cuyas soluciones no tienen respuestas preestablecidas. Ello plantea de manera permanente la necesidad de ir aprendiendo de los cambios e iniciar procesos de aprendizaje social.
Los líderes gubernamentales deben mostrar resultados concretos, tangibles de lo contrario es puro discurso. Esta crisis incipiente de gobernabilidad que ni los propios partidarios están contentos es una oportunidad si es que se toma las medidas necesarias para crear un gran consenso nacional en definir nuevas articulaciones viables entre la sociedad civil y el Estado y colocar al país en poleas activas en el mundo. Esta crisis es una oportunidad única, aprovecharla es cuestión de los liderazgos.
(emisión 19 de junio de 2009)

PODER Y CONTROL CIUDADANO

Es indudable que todos los días comprobamos actos innobles cometidos por diputados y senadores, y que la ciudadanía nada puede hacer para modificar, castigar, y hasta expulsar a quienes no cumplen con las promesas que formularon cuando estaban haciendo sus respectivas campañas proselitistas.

Estos años nos han demostrado que, en muchos casos, los mandantes, elegidos como autoridades, se independizan de sus poderdantes y hacen lo que les viene en ganas, como si su actuación política no tuviera nada que ver con sus electores.

Esta situación contradice la propia esencia de las democracias republicanas, que se basan y reconocen en el pueblo elector a su único soberano. El elector, al depositar su voto, le está dando una representación suya al candidato. En esa lógica, se entiende, espera y supone que el candidato, una vez electo, debe cumplir el mandato, dentro de los lineamientos definidos de antemano en la campaña, sin apartarse de los términos de ese pacto.

De ahí surge la idea de que la única solución para esta situación, es que implementemos un sistema de rendición periódica de cuentas de los que tienen cargos electivos a su electorado. En dicho sistema, las autoridades electas irían informando sobre sus actividades y del cumplimiento de los términos del programa prometido en sus campañas. De más está decir que puede ser un sistema de control popular válido sobre sus mandatarios. El electorado, como poderdante, debería tener el poder de renovar su mandato o revocarlo. Esto surge como un camino que pudiera corregir la corrupción y fortificar la participación popular en la democracia. Hay que ir pensando, para que cuando llegue el momento en que se modifique la Constitución Nacional, que uno de los elementos fundamentales que debe abarcar la nueva Carta Magna es el del control ciudadano sobre sus mandantes.

La salud y la calidad de la democracia dependen en mucho de la calidad de los señores parlamentarios nacionales, así como de los concejales departamentales y municipales. La ciudadanía tiene el derecho de controlar efectivamente a quienes eligieron, así como el derecho a sancionarlos, censurarlos y hasta desecharlos, si no funcionan, o si lo hacen mal. De lo contrario, seguiremos teniendo legisladores enriquecidos, utilizando el poder otorgado por la ciudadanía sin que eso suponga una verdadera representación que defensa los intereses de esa misma ciudadanía.

CAAGUAZU EN LA AVANZADA DE LA CULTURA

Se viene realizando con gran éxito la VI Feria Internacional del Libro de Caaguazú, en la ciudad de Coronel Oviedo, acontecimiento que se atestigua en la masiva concurrencia de público, especialmente jóvenes. Trascendiendo avatares y mezquinas cotidianidades, lo más importante radica en el hecho mismo de su existencia.

La feria nació a impulso y gestión de la Gobernación de Caaguazú, es decir fue el Estado quien se constituyó en agente cultural, como debe ser, sobre todo porque ultrapasa el período de gobierno de quien, cuando ejercía el cargo de Gobernador, tuvo la feliz idea, proyectándose en el tiempo. Esto tiene especial valor en nuestro país, tradicionalmente acostumbrado a que la nueva autoridad deseche todo cuanto se hizo anteriormente, persiguiendo incluso borrar de la memoria del ciudadano las buenas tareas realizadas por las autoridades pasadas. Lo efímero, mientras dure el poder de una administración, es lo válido. Para dicha de la ciudadanía de Caaguazú, el actual gobernador Antonio Buzarquis, ha direccionado su política gubernamental rescatando y dando continuidad a la política cultural de su antecesor, en cuyo marco fue gestada la Feria del Libro.

Promocionar el Libro en el Paraguay es hacer patria. Los paraguayos no estamos acostumbrados a tener como amigos a los libros, y sin embargo, ellos constituyen la estatura de nuestro conocimiento, el horizonte de nuestra visibilidad. Nos ayudan a comprender nuestras propias experiencias.

El libro contribuye a develar y comprender el mundo, con sus experiencias vitales, la percepción de la vida, con los gustos y singularidades, hasta esa manera de amar y el “sentido de la otridad”, es decir, el del prójimo.

Por ello, promocionar el libro es hacer crecer las posibilidades de una comunidad, de un país. Un país que no lee es un país árido, no sólo de conocimientos, sino estrecho en el ejercicio de comprender la vida misma.
Esta feria de libro en una ciudad del interior del país, no sólo descentraliza la cultura (algo ya de por sí, destacable), sino expande el conocimiento hacia territorios nuevos. Así mismo, la afluencia de público joven abre perspectivas alentadoras para un futuro mejor. Ojalá que la experiencia de Caaguazú con su feria sean replicados en otros departamentos en la perspectivas de convertir al Paraguay en un país de lectores.
(emisión del 5 de junio de 2009)

EL INFORME DEVELADOR DE LOS CRIMENES DE LA DICTADURA

La presentación del Informe Final de la Comisión de Verdad y Justicia esta mañana es un hecho trascendental por la defensa de los Derechos Humanos en el Paraguay y significa un punto álgido en la lucha por la vigencia de los Derechos esenciales de la persona humana.

La larga dictadura de Alfredo Stroessner impuso un orden de acatamiento, de sujeción, con una violencia inaudita, de terrorismo de estado, una verdadera guerra contra el pueblo.

Las 3.200 páginas que componen este Informe Final de 8 tomos están empapadas por el dolor, el sufrimiento y el terror de miles de víctimas y mártires, pero también es una historia de valentías y heroísmos de mujeres y hombres que a pesar de la ferocidad, de la crueldad del régimen supieron levantar las banderas de la dignidad humana. Se calcula 128 mil victimas directas e indirectas durante todo el proceso dictatorial lo que supone alrededor del 10 % de la población total de la época.

La dictadura no sólo reprimió, torturó, masacró, exilió a las personas sino suprimió la mismidad esencial del pueblo para poder cimentar su poder absoluto. El vaciamiento mental del paraguayo y paraguaya no solo se concretizó con la violencia asesina de la memoria sino en la construcción de una nueva cosmovisión a través de una educación acrítica, completamente alejada de la realidad, cuya única finalidad era la glorificación del dictador.

Fue tanto el clima de terror instalado que 20 años después de su caída, todavía no podemos liberarnos del todo de su esquema de mundo. Necesitamos para sacudirnos de nuestros males una verdadera revolución cultural, ideológica y práctica, una nueva visión de mundo de relacionamiento profundo entre los seres. Tenemos, como nación, una tarea, transtocar los antivalores, convertir en prejuicio negativo el ser stronista como para que la sociedad entera lo desprecie como los antiguos hacían con los leprosos.
Cambiar nuestra visión de mundo, es el gran desafío que debe enfrentar la sociedad paraguaya. Tenemos que trabajar por la recuperación de la memoria histórica, terminar con la impunidad para consubstancias una sociedad democrática. Esta Informe final es una contribución a ese proceso y parte fundamental para que sirva como elemento fundamental para los juzgamientos de los crímenes de lesa humanidad.
(emisión del 29 de mayo de 2009)

UNA CHISPA QUE PUEDE INCENDIAR LA PRADERA

Un empresario agrícola ante la ocupación de una parte de su propiedad, hizo un llamado público, por medio de una solicitada pagada, en un diario de tiraje nacional invitando a 20 hombres valientes, “armados hasta los dientes” capaces de defender su tierra y defenderse de los ocupantes llamados sin tierra. Por su parte, los ocupantes también declararon que se armarían para poder defender las tierras ocupadas. Ambos grupos hacen relación a la ausencia del estado y que por ello cada uno de los grupos se arman para aplicar ellos mismos la justicia de acuerdo a los criterios de lo que es justo y responda a sus intereses.

Esto es una cuestión sumamente grave porque supone retrotraernos al tiempo de las cavernas en que cada uno hacia justicia por sus manos. Con el tiempo los hombres logaron, en su proceso de desarrollo, construir una forma diferente para solucionar sus problemas, el estado, una majestad coercitiva, que si bien, emergía de la propia sociedad se mantenía de alguna forma autónoma para solucionar los litigios de intereses entre los ciudadanos. En los estados modernos esos conflictos son solucionados por intermedios de leyes estatales que todos los ciudadanos, sin ninguna excepción están obligados a cumplir.
Pero he aquí, que en el Paraguay la situación del estado de derecho es un fenómeno muy reciente. Aquí, a pesar de existir leyes, en las dictaduras que asolaron nuestro país, jamás las mismas fueron respetadas. Al contrario solo el mas fuerte, el que estaba en el gobierno era el que imponía e interpretaba las leyes. La oposición jagua ry’aí, es decir la nada. El advenimiento de la democracia, si bien se armó el estado de derecho, hasta ahora no pudo consubstanciarse en la práctica cotidiana de la gente y en el accionar del poder judicial. El Estado ha estado ausente. La lucha entre los diferentes grupos sociales y políticos, como mencionamos mas arriba, pueden llevarnos a un callejón sin salida que solo puede solucionarse con la fuerza, es decir con casi una guerra civil. La situación es grave, una chispa puede incendiar la pradera. Hay que encontrar una solución dentro del imperio de las leyes. La patria lo exige.
(emisión 22.05.2009)

LA INDEPENDENCIA Y LA SOBERANÍA PARAGUAYA

Hoy conmemoramos el 198 aniversario de la Gesta del 14-15 en que nos declaramos estado independiente y soberano. El levantamiento cívico-militar que nos dio la independencia no fue un rayo en cielo sereno sino la reverberación de que nuestra identidad nacional que ya estaba absolutamente constituida como producto de un largo proceso durante la colonia.

Es así que el destino visualizado por los paraguayos, en el momento de su Independencia Nacional, era la defensa de su soberanía como Estado libre e independiente. La nota del 20 de julio de 1811 a Buenos Aires es sumamente clara en la definición que Paraguay no estaba dispuesto a cambiar de amos ni de cadenas. José Gaspar Rodríguez de Francia, por defender esa soberanía encerró al Paraguay dentro de sus fronteras, Don Carlos Antonio López, por defender esa misma causa abrió las fronteras buscando el reconocimiento de la Independencia Nacional por los países europeos y americanos, Francisco Solano López en defensa de la soberanía nacional se puso al frente de toda la sociedad que prefirió inmolarse antes renunciar a su soberanía.

El sentido de identidad nacional paraguaya, como en ningún país sudamericano, era parte constitutiva del ser de la nación paraguaya que aún con el casi exterminio de esa sociedad en la Guerra de la Triple Alianza no se amilanó y el Paraguay continuó siendo país.

El proceso de globalización, hoy, que supone una profunda transformación de las condiciones mundiales que conlleva a un acelerado proceso de vaciamiento de las culturas originarias o nacionales con lo que se logra un debilitamiento extremo de las naciones, es un desafío mayúsculo para los paraguayos.
Hoy a los 198 años de la independencia seguimos teniendo las mismas tenazas de los vecinos países mayores que menoscaban nuestra soberanía. Aún cuando hemos conformado el MERCOSUR para fortalecernos mutuamente todavía tenemos trabas muy importantes para ejercer nuestra verdadera soberanía. ITAIPU se constituyo hoy día en la imagen material de nuestra soberanía. El reclamo de un precio justo a nuestra energía y el reconocimiento de nuestra soberanía sobre la mitad de la represa es el desafío más grande de defender nuestra soberanía. Los paraguayos fiel al mandato de nuestros mayores tenemos que movilizarnos a defender nuestra soberanía, hoy menoscabada en Itaipú.
(emisión del 15/05/2009)

LA JUSTICIA ES EL PERDON DE LOS PECADOS SOCIALES

Sabino Augusto Montanaro, el otrora hombre fuerte de la dictadura de Alfredo Stroessner, quien desde su cargo hacía torturar a la gente hasta dejarle sin vida o inútil y mantenía en prisiones por largas décadas a personas que soñaban con un país sin persecución ni miedo. Montanaro llegó al país después de 20 años de exilio, pretendiendo escudarse en la edad para no responder por los miles de crímenes cometidos, durante más de 20 años en el cargo de Ministro del Interior, conocido en esa época como ministerio del terror.

Para que exista perdón él debe pagar por sus crímenes a la sociedad. Por dicha, el Paraguay ya no vive como se vivía cuando el mandaba, y entonces será juzgado y condenado por la Justicia, sin que se violente sus derechos. Tiene la suerte de que en Paraguay tiene un estado de derecho logrado gracias a la sangre, el dolor y la vida de mártires y los combatientes por la democracia, a quienes él tan tenazmente persiguió, lo que le permite a él gozar de ese derecho que él no respetó a ninguno.

El hecho de la edad, igual que el dictador Augusto Pinochet o los criminales de guerra nazi, no le exculpa de sus crímenes. Es un anciano pero mientras esté lúcido y entienda porque se le juzga y se le condene o se libere, no existe ningún obstáculo.

Los enterrados bajo la tierra, sin cruz mi marca que los memorie, los miles de familiares de víctimas que ansían un sitio visible a donde llorar a sus muertos, las víctimas de torturas inenarrables esperan desde sus cicatrices visibles o invisibles, los miles de exiliados, que rompieron sus lazos familiares por décadas, los que ayer fueron niños familiares de víctimas o víctimas ellos mismos, que hoy en la edad adulta siguen sufriendo las consecuencias de esas persecuciones, claman justicia. Sabino Augusto Montanaro, quien durante gran parte de su vida, desde el poder y abusando del poder, persiguió a todos aquellos que no eran como él, debe pagar sus culpas a la sociedad no solo para saciar la sed de justicia de la propia sociedad sino para que él mismo pueda reconciliarse con la sociedad que lo viera nacer.
(emisión del 8 de mayo)

REVERVERACIÓN DE LA FRAGILIDAD DEL CHACO

La fragilidad del ecosistema chaqueño, que esta siendo profundamente modificado por la deforestación indiscriminada de miles y miles de hectáreas y la ocupación poblacional e industrial, se ha manifestado ahora, como respuesta a esa situación, con una sequía extrema que peligra no solo la vida de los animales sino la supervivencia de los seres humanos.

También es cierto que cada vez que la sequía cíclica ataca al chaco la prensa se ocupa del problema, el gobierno declara emergencia nacional, las autoridades y las instituciones se movilizan para ayudar a los damnificados pero llega la época de la lluvia y todo el mundo se olvida del problema hasta la próxima sequía.

Lo que se necesita realmente es un plan maestro de desarrollo sustentable en el Chaco que tenga en cuenta la fragilidad ambiental, la finitud del agua, la diversidad del sistema ecológico y de las situaciones económicas sociales de las poblaciones. En el Chaco conviven los de mayores ingresos pércapita junto a pobladores de extrema pobreza. Dentro de los mismos habitantes primigenios existen diferencias abismales. Están los cercanos a los centros urbanos, perdiendo su propia mismidad y están los selvícolas, que hoy sus tierras son todas ocupadas por tenencia privada, amenazándoles a su exterminio.

Esta diversidad del Chaco obliga no a una solución única de los problemas sino a una diversidad de soluciones y que las mismas respondan a la realidad ambiental y económica social. Un Plan maestro, además de ser una guía para acción, debe definir una hoja de ruta. La solución misma es un proceso de varias soluciones, bien equilibradas y ajustadas a la fragilidad ambiental, ya que toda intervención hace resonancia negativa para la sustentabilidad.
El Plan maestro debe basarse sobre un estudio muy serio, se debe definir hasta dónde es sustentable el desarrollo de industrias que demandan mucha agua. Y esto no es una crítica al desarrollo sino un llamado de atención. Tampoco el río Paraguay puede ir transfiriendo agua sin ningún límite sin que este afecte al propio cauce hídrico. Estamos ante una situación crítica que el gobierno debe responder pero es obligatorio pensar en una solución global de lo contrario la degradación del chaco será irreversible.
(emisión del 24 de abril de 2009)

TIEMPO Y ESPACIO EN LA POLÍTICA

En política el tiempo y el espacio tienen una importancia capital para la gobernanza de cualquier gobierno, ya que gobernanza supone el interrelacionamiento consensuado de y entre todos los actores políticos y sociales para sostener un sistema gubernamental.

Justamente hacemos esta referencia al tiempo y al especio en la política en relación al anuncio del Presidente Fernando Lugo, que el 20 de abril, al cumplirse un año de su victoria electoral, va a reestructurar su gabinete cambiando a algunos de sus ministros. Este anuncio a destiempo produjo un temblor en la esfera gubernamental. Todos los ministros y los ministerios sintieron la desazón de un futuro incierto. En casi todas las oficinas ministeriales el cuchicheo, el dimes y diretes, de los posibles cambios pusieron a los funcionarios ante una incertidumbre sin nombre.

La política es un arte y su ejercicio obliga a tener oficio para practicarla. El presidente debe manejar los tiempos políticos, conocer el sentido de la oportunidad, cuando, como y en que escenario anunciar las cosas. De lo contrario puede cometer errores que solo le dificultaría su propia estabilidad política. El costo de cada error político puede desbaratar planes, proyectos y acciones que aún cuando sean excelentes si no son asumidos con la liturgia del poder tendrá resultados desastrosos.
Fernando Lugo no podía hacer este tipo de anuncio sabiendo lo difícil que fue el entretejido para armar su gabinete. Las diferentes fuerzas políticas que integran hoy el gobierno penden su unión de hilos muy finos. La alianza en sí en una organización endeble, que funcionó, no sin dificultades, en la etapa electoral y que eclosionó en el gobierno con miles demandas de cargos, de cuya distribución nadie salió contento. Por todo ello este anuncio tempranero de cambios no ha colaborado a la gobernabilidad entre sus propios partidarios. Hubiera sido mejor anunciar los cambios en el momento debido, que es el día lunes 20 y no en la víspera. Esperemos que el presidente vaya comprendiendo, por el bien del país que necesita estabilidad, que el poder político-civil también tiene sus liturgias y que ejercerlas en la debida forma es parte esencial de la gobernanza.
(emisión del 17 de abril de 2009)

lunes, 27 de abril de 2009

El caudillismo social

Las dos últimas semanas la capital ha sido invadida literalmente por hordas muy violentas de movimientos sociales, unos los “sin techo” que reclamaban del gobierno la continuación del programa de subsidio a los mismos a través del método de transferencias de dinero constante y sonante a sus líderes para que éstos pudieran adquirir viviendas a los ocupantes de terrenos ajenos. O el grupo de cultivadores de sésamo, liderado por Elvio Benítez, una persona que ha recibido, año tras año, en el pasado, multimillonarias transferencias del estado sin que la situación de los supuestos beneficiaros hayan mejorado su situación pobreza, está demandando esta vez un subsidio de 8 millones de dólares para su grupo, no a cada uno de los danificados sino a sus líder en representación suya.

La emergencia de estos cabecillas que aglutinan a su alrededor a gente desamparada tiene mucho de parecido, aunque de ninguna manera son iguales, a los caudillos del viejo tiempo. El caudillo tradicional otorgaba protección a sus seguidores, concedía trabajo en sus estancias, intervenía en la justicia para liberarle de las prisiones y le conseguía trabajo y hacía gestiones en los hospitales públicos para que sean atendidas su gente, organizaba milicias para las guerras intestinas y aseguraba a sus seguidores una repartición del producto de la rapiña de las casas y comercios de sus enemigos. En contraparte, el individuo y su familia seguían absolutamente bajo la voluntad del caudillo, cumplía al pie de la letra sus órdenes. El caudillo asumía la voz y la representación de sus partidarios.

Con la democracia emergió una sociedad civil mucho más crítica y civilizada agotándose ese sistema político, pero extrañamente emerge en sectores sociales con menor conciencia ciudadana un caudillismo de nuevo tipo. La diferencia es que los actuales no tienen recursos propios para distribuir ni atienden las necesidades de sus gentes, al contrario los explotan en forma individual cobrando cánones, en el caso de los sin techos para ser parte de las ocupaciones y las utilizan para presionar a los gobiernos de turnos para conseguir multimillonarias sumas de dinero sin ninguna rendición de cuentas. Es una forma de bandidismo disfrazado que explota a sus seguidores y al estado. Desde el año 2000, las administraciones de los presidentes Luis González Machi y Nicanor Duarte Frutos utilizaron este mecanismo para acallar las demandas sociales de varios sectores de la sociedad, corrompían a los líderes con transferencias estatales de recursos sin ningún control. El Estado no se puede seguir alimentando el liderazgo mesiánico-comercial de estos líderes. El gobierno de Fernando Lugo tiene que beneficiar directamente a la gente, sin ninguna intermediación. Al gobierno actual le llegó la hora de demostrar, con actos precisos, el cambio que propugna.
Día de emisión 3 de abril de 2009

viernes, 3 de abril de 2009

EL BICENTARIO, UNA OPORTUNIDAD Y UNA ESPERANZA

La conmemoración de los 200 años de la Independencia nacional, a cumplirse en el 2011, es una oportunidad magnifica para reencausar nuestro país hacia los derroteros del progreso que soñaron nuestros próceres. Esta no es una conmemoración cualquiera sino es una propicia fecha fausta que brinda una oportunidad única para recuperar la memoria histórica que nos posibilite entender el presente, como para proyectarnos al futuro.

Es sabido que el hoy histórico es producto o resultado de un proceso proveniente del pasado pero también se construye el pasado desde las demandas del presente para continuar siendo en el futuro. Las sociedades necesitan, en cada etapa histórica, de una imaginaria ideológica y de una visión de mundo, de lo contrario no hay cambio. El Estado democrático de hoy necesita otros referentes sociales, libres de las perspectivas y costumbres de la sociedad cautiva por una longeva dictadura como para generar el cambio desde las bases mismas de la sociedad.

Una de las peores herencias que ha dejado el ejercicio dictatorial del poder de Alfredo Strossner es la despersonalización del paraguayo, el del vaciamiento de su cosmovisión como comunidad a través de la desmemorización de su propio proceso histórico. La juventud paraguaya sufre graves consecuencias de este proceso de vaciamiento cultural que lo aleja de ser un actor esencial del proceso democrático que vivimos. La Juventud necesita de una relectura de la historia patria, de su propia mismidad de acuerdo a los desafíos actuales para consolidar su presente y construir su propio futuro.

Habría que partir de la premisa que la conmemoración no es recordar la Independencia Nacional como un hecho cristalizado y sujeto en el acontecimiento histórico mismo sino que es un fenómeno dinámico que nos debe seguir aportando, a dos siglos de distancia, de los elementos esenciales para seguir siendo una nación soberana e independiente. De todos nosotros, autoridades del gobierno central, gobernaciones, municipalidades y sociedad civil depende de convertir esa conmemoración en una verdadera esperanza de volver a ser un país con destino manifiesto de bienestar económico y social.
(día de emisión 27 de marzo de 2009)

jueves, 26 de marzo de 2009

BOLIVIA, LA HERMANDAD EXTRATÉGICA

El día de ayer, 19 de marzo, se ha llegado a una demarcación definitiva de los límites paraguayo-bolivianos. Con este definición acaba, después de 72 años del fin de la guerra, el conflicto limítrofe ente Bolivia y Paraguay y se abren verdaderas oportunidades de hacer con Bolivia una alianza estratégica de mutuo desarrollo.

Ambos países no poseen costas marítimas, y sin embargo, al estar ubicados en el área central entre dos océanos, todos los caminos convergen y se entrecruzan en ellos, en un momento donde el paradigma dominante es la globalización y la integración en grandes bloques de países.

Lo más importante es que sus economías son complementarias y el intercambio puede beneficiar a ambos pueblos. La unión de Bolivia y Paraguay pudiera constituirse en la bisagra de unidad de otros pueblos, que en su articulación puede fortalecer el esquema de complementariedad y forzar a los países de mayor desarrollo relativo de la región, como la Argentina y el Brasil, a una política conveniente a todos y no sólo una mezquina defensa nacional que perjudica a los propios países que enarbolan esa política.

El Gobierno paraguayo tiene la enorme responsabilidad de incrementar e impulsar los lazos de intercambio cultural, político, económico y de integración con la nación boliviana. Por ello, es preocupante que siga vacante el cargo de embajador paraguayo en La Paz.

Los tiempos actuales, con un desaforado ritmo de cambios, exigen de un intercambio sólido como para acelerar soluciones, manifestar logros o preocupaciones, esclarecer acontecimientos, ponerse de acuerdo, informarse, despejar dudas y cimentar los lazos de entendimiento y de amistad sobre todas las cosas.

Esta situación ha exigido a la diplomacia un nuevo ritmo de acercamiento, como para articular políticas conjuntas y estrategias comunes de entendimiento, progreso y conveniencia mutuas. Pero todo ello no se puede implementar cuando el Paraguay no tiene ni siquiera embajador nombrado ante el gobierno boliviano, en tanto que el mismo, sí lo tiene en nuestro país. La cancillería tiene la palabra.

miércoles, 18 de marzo de 2009

LOS VERICUETOS DEL PODER

Con la asunción a la presidencia de la República de Fernando Lugo se cerró un ciclo de 60 años del partido colorado en el gobierno -cuarenta años de dictadura y 20 años de libertades públicas-. El nuevo gobierno se había embanderado con la promesa de un cambio substancial en el manejo de la cosa pública. Ese discurso había generado una expectativa social tan inmensamente grande que sólo es comparable a la forma en la que se espera un acontecer milagroso. La atmósfera cuasi religiosa de la expectativa estaba acompañada por el hecho de que el candidato era un obispo, y el éxito electoral del mismo tenía una relación subterránea con la religiosidad popular.

Pero en política no existen milagros, sino acciones tendientes a ocupar espacios. Hace siete meses que está instalado el nuevo gobierno y la sociedad percibe que se ha hecho muy poco por desmontar el aparato, las costumbres y las pompas del régimen anterior. Sus defensores arguyen que siete meses es poco para desmontar un estado de cosas que tuvo vigencia por tantas décadas. Eso es cierto, sin embargo, las señales son muy importantes en estos casos, a través de acciones que demuestren que el proceso de cambio se ha iniciado. Muchos de los sectores que habían acompañado al presidente Lugo, hoy comienzan a manifestar su descontento y demandan al gobierno el cumplimiento de las promesas electorales. Pareciera que el gobierno se sintiera atrapado por la cantidad de problemas que solucionar y sufriera una artrosis paralizante que inmoviliza sus acciones. Para mayor desgracia para el gobierno, la crisis financiera internacional se le cayó encima como un derrumbe del cielo, aunque toda crisis, bien comprendida y manejada con creatividad, pudiera ser una oportunidad para la realización y el éxito del cambio.

Los bemoles

Aparentemente la mayor debilidad del gobierno es la falta de visibilidad de un horizonte que permita identificar cómo va a encarar la problemática del poder, desde la perspectiva de una “solucionática procesal” de los fenómenos. Nos referimos a la imperiosa necesidad de hacer palpable un sistema de prioridades gubernamentales, concatenadas para lograr un fin. La ausencia de un modelo de país en un proceso de cambio puede ser catastrófica. El presidente Lugo, desde el día siguiente de triunfo electoral, sabiendo que ganó la presidencia pero que no tenía mayoría parlamentaria, (de hecho, ningún partido la tiene), debería de haber comenzado a negociar con los demás partidos políticos, para gestar una “concertación patriótica para el cambio”. Era el momento propicio para ello. Los partidos políticos de la oposición estaban anonadados por el triunfo de Lugo. El 17 de agosto, dos días después de haber asumido, debería haber despedido a los miles de planilleros (personas que figuran en la planilla de sueldos y sólo aparecen a firmar para cobrar sin trabajar). En ese sentido, sólo el Ministerio de Educación hizo la labor de despido de 4000 planilleros, a pocos días del nuevo gobierno y no tuvo ninguna movilización sindical por ese hecho. Hoy, después de más de medio año de ejercicio del poder, el gobierno intenta despedir a 10 mil planilleros de la binacional de Yacyretá, que por décadas cobraron sin trabajar y ya no lo puede hacer, porque los mismos han marcado tarjeta desde el día siguiente de la caída del partido colorado y hoy, pasados los tres meses, ya tienen inamovilidad.

Estamos a los siete meses del gobierno del cambio y no se han tomado las medidas tendientes a un cambio radical. Todo está como la primera mañana del poder. Ante tal inacción, la oposición fue recuperándose y avanzando hacia objetivos precisos. Uno, la Corte Suprema de Justicia, que Fernando Lugo hizo el punto crucial del cambio, quedó en “fojas cero” con las autoconfirmaciones de los ministros, y ya no existe posibilidad de cambio a no ser que se logre un acuerdo político para el juicio a los ministros de la Corte. Dos, la división del partido liberal, miembro de la alianza que sostiene a Lugo, es parte de la estrategia opositora para la conquista de la mayoría legislativa y tres, conquistados estos dos poderes del estado, es muy fácil conquistar el poder ejecutivo, a través de un juicio político al presidente.

El gobierno tiene que detener este proceso de su desgaste, a través de una amplia concertación de gobernabilidad. De lo contrario, el cambio sólo será palpable en sueños, y el país pagará muy caro una esperanza marchita, que murió sin florecer.
Emitido en el Noticiero Central del Canal Red Guaraní, 13-III-2009