lunes, 19 de octubre de 2009

Temblor de violencia en la policía

La tierra se come a los hombres y empieza a rugir como el trueno, decía Augusto Roa Bastos, parafraseando esta cita podemos definir lo que pasa en la policía hoy día, expresando que la mafia se comió a policía y éstos comienzan a rugir como el trueno.

El detonador que puso en evidencia el trasfondo oscuro que está detrás de la apariencia bienhechora de la policía, fue el incendio de la casa del Comisario Edgar Salcedo, el 17 de agosto, en el que murieron su mujer y a dos hijas. Y si se confirmara la sospecha de atentado, solo la mafia pudiera cometer tan atroz crimen. La prensa accedió a informaciones que involucraba a un policía, hermano del Comandante de la Policía, en el hecho. El escándalo obligó a renunciar al comandante Viviano Machado. De ahí sucedieron hechos de extrema violencia que solo supone una guerra sin cuartel entre las mafias empotradas dentro de la institución policial. Secuestro y tortura de comisario, denuncias contra el sub comandante de la policía, de ser protector de narcos, efectuado por otro comisario, cuyo domicilio fue posteriormente baleado, muerte de un agente de policía en un puesto de guardia privado. Cada hecho desnuda una a una las correas de conjunción de la policía con las diferentes mafias externas. Parte de la policía fue cooptada por la mafia y lo está desbaratando.

Pero esto no es nuevo. A principios de la década de 1990, el comandante Franco Vargas, fue procesado por negociados en la provisión de alimentos, el comandante Sánchez, por cuestiones de policías fantasmas, cuyos salarios él lo percibía. Hoy se habla de protecciones a traficantes de armas, de drogas, a contrabandistas, de descuentos compulsivos, desvío del personal policial a guardias privadas, de saqueos de la cooperativa policial, y de una lucha interna por acceder a los cargos para poder delinquir y todo dentro una explosión de la violencia, antes no visto. Pero habría que decir que esta explosión y develamiento de la corrupción policial tiene su origen en la lucha contra la corrupción en la policía implementada por el Ministerio del Interior. El ministro del ramo se encuentra ante un desafío mayúsculo. Vencer a la mafia, combatir el terrorismo guerrillero, que todavía no se sabe si es político o un brazo más de las diferentes mafias. La institucionalidad y la democracia que hoy vivimos corre peligro. La ciudadanía tendría que apoyar la limpieza policial como forma el lograr seguridad.(emisión 16 de octubre de 2009)

jueves, 20 de agosto de 2009

EXPECTATIVA VERSUS REALIDAD

Mañana se cumplirá exactamente 365 días en que Fernando Lugo asumió el cargo de Presidente de la República en medio de una esperanza generalizada de una sociedad demasiada castigada por su propia historia y por los desatinos e incapacidad de sus gobernantes. El acto de juramento, seguido por toda la ciudadanía paraguaya, era como si amaneciera el estreno de una nueva mañana. En ese momento inicial, en que todo parecía deslizarse sobre un terreno plano, sin altibajos hacia un cambio esencial en la política y en el relacionamiento del Estado y la sociedad, nosotros, desde este mismo programa televisivo, expresamos nuestra voz de alerta. Habíamos enunciado que la mayor amenaza para el nuevo gobierno lo constituían las expectativas tan desmedidas de la gente. Y sugeríamos medidas urgentes, en los primeros cien días, ante una situación en que la gente no se planteaba que iba a hacer cada una de ella para que se instale el cambio sino que esperaba que cayera del cielo, desde el poder, como mana del cielo las soluciones de los problemas históricos. Se esperaba un milagro, casi como si fuera una cuestión religiosa, en tanto que habían votado a obispo.

Un año es un tiempo suficiente como par medir las perspectivas de un gobierno. Y justamente anclándonos en las expectativas populares de cambio milagroso, la gente tiene ahora una sensación de que no se ha hecho nada. Que todo sigue paralizado e inclusive existe un retroceso. La verdad es que se fueron procesando algunos cambios pero no en la medida de lo que gente reclamaba. Existen elementos positivos en este gobierno, como el caso del reconocimiento del Brasil que tenemos el derecho de discutir y cambiar algunas cosas en referencia a Itaipú. En otras circunstancias, este éxito pudiera ser suficiente históricamente para juzgar al gobierno de Lugo, pero ante la las expectativas de la gente, este hecho casi ha pasado desapercibido como un verdadero hecho histórico.

La mayor falta del gobierno de Lugo, fue que en el primeros 100 días debía de frenar, poner límites a las expectativas, haciendo visible, cuáles eran sus prioridades, que se iba a solucionar y en que tiempo, alguna mínima agenda “solucionática”. En que aparezca claramente lo que pudiera hacer el gobierno y lo que no pudiera hacer en su administración. Dejar claro que el cambio era un proceso que lleva su tiempo. Debería haber convocado a unos cabildos abiertos a nivel de todo el país. Discutir con la ciudadanía un proyecto de país viable. Hubiera podido aprovechar la conmemoración del bicentenario para diseñar el nuevo país y con ese proyecto aprobado y aceptado por l a sociedad discutir con los partidos con representación parlamentaria para lograr gobernabilidad al cauce del cambio. No se ha hecho nada de esto y el proceso fue demasiado lento y en momentos empantanado. Desde el ex presidente Lagos, de Chile hasta el ex vicepresidente Alfonso Guerra de España dejaron mensaje sumamente claros de sus experiencias de cómo se construye una gobernabilidad pero el gobierno hizo oídos sordos. Sus funcionarios mayores adquirieron la soberbia de los nuevos ricos, es decir nuevos en el poder sin la experiencia necesaria en el ejercicio del poder. Lugo había prometido en su campaña que su gobierno estaría constituido por la mejor gente, la mas capaz del país. Sin embargo un cuoteo político fue la conformación de su gabinete. En vez de instalar a los mejores intelectuales del país en los cargos de embajadores, para manejar la nueva diplomacia del país, viejos funcionarios de la época dictatorial, que son los que tienen el escalafón diplomático, que hay cambiar con urgencia, y políticos se repartieron las embajadas, con resultados desastrosos.
Fernando Lugo tiene el desafío mayúsculo en su segundo año, incentivar la producción y sobretodo la recuperación productiva de los pequeños productores, como para combatir la pobreza. Iniciar en forma la Reforma Agraria, instalar una política de Estado en las relaciones internacionales, para lo que es necesaria una nueva Ley del escalafón diplomático. Las grandes mayorías sociales esperan demasiado de este gobierno que si no se cumplen mínimamente pudiera producirse una depresión social que pudiera ser muy peligrosa ya no solo para la gobernabilidad sino la propia estabilidad gubernamental.Emitido 14 de agosto de 2009

No solo debe parece sino debe ser

Nuevamente es noticia de primera plana la señora Mercedes Lugo La misma ostenta el cargo de primera Dama de la Nación y dirige, desde ese cargo organizaciones sin fines de lucro, que son financiadas, en parte, con aportes del estado y en parte con donaciones nacionales e internacionales y algunas actividades que el Despacho de la primera Dama realiza. De que esta señora o algún miembro de su familia sean noticias no debieran de ser novedad, dado el alto cargo que ocupa. La lástima es que la mayoría de esas informaciones no suponen una alabanza a sus acciones sino todo lo contrario. Algunas de esas noticias rayan al escándalo o a malos manejos. En la Fundación que ella dirige ha colocado con sueldos del Estado a sus hijos o nueras y yernos y según informaciones de la prensa algunos tienen sueldos en reparticiones públicas sin trabajar. Además, que antes de que su hermano fuera presidente, pertenecían a una humilde clase social de trabajadores para que de pronto, desde el poder, se hayan transformados en una familia que dilapidan dinero en gastos suntuarios, como el casamiento de un hijo o las costosas cirugías estéticas de su hija o la vinculación social de la misma con personas socialmente no recomendables.

No podemos culpar a la prensa de persecución. Esa señora se ha convertido, desde el cargo que ostenta y la de ser pariente del presidente de la República, en una figura pública y la prensa informa sobre personas públicas. Aquí el problema es que el hábito, si bien no hace al monje, tiene que parecer al monje. La familia Lugo-Maidana tiene un comportamiento de nuevos ricos, cuya fortuna no la hizo trabajando sino como si se le cayera del cielo y así se comportan, olvidando que detrás de ello está la figura del Presidente de la República, que prometió al país un cambio radical en el comportamiento público. Muchas de los hechos publicados por la prensa pudiera haber pasado desapercibido en la representación social de la época de la dictadura o en algunos gobiernos de la democracia pero que con Fernando Lugo, son intolerables. Como si el presidente necesitara nuevos problemas más de lo que tiene. Su hermana, en vez de ayudar al presidente, esta creando problemas y da una pésima imagen a la sociedad civil que votó en la esperanza de cambio. De verdad, no necesitamos primera Dama, para eso están las instituciones públicas y más cuando la que tenemos no es ubicua ni tiene idea de la mismidad del cargo.Emitido el 7 de agosto de 2009